viernes, 10 de febrero de 2017

Resumen: Herramientas de la mente









                                                                   
                                                                     CAPITULO 1



                                    INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA DE VYGOTSKY





                                             Las herramientas de la mente




Una herramienta es algo que nos ayuda a resolver problemas, un instrumento que facilita
la ejecución de una acción. Estas herramientas ayudan a poner atención, a recordar y a pensar mejor. Por ejemplo, las herramientas de la mente tales como las estrategias para memorizar, permiten duplicar y triplicar la cantidad de información que podemos recordar.

En el ámbito educativo el papel del maestro es "ponerlas a su disposición" de los niños, de igual manera ponerlos en el camino hacia la independencia.




           Por qué son importantes las herramientas de la mente



Cuando los niños carecen de herramientas de la mente no saben cómo aprender; son incapaces de dirigir la mente hacia un propósito. Como veremos, los niños desarrollan la habilidad de utilizar distintas herramientas a diferentes edades. Sus “cajas de herramientas” no se llenan de una vez por todas sino poco a poco.

Los niños pequeños son capaces de pensar, poner atención y recordar. El problema es que su pensamiento, su atención y su memoria son muy reactivas; el objeto o la actividad deben retener por sí solos su atención. Cuando los niños tienen herramientas de la mente pueden aprender por su cuenta porque el aprendizaje se convierte en una actividad auto dirigida. El maestro deja de tener la responsabilidad de todos los aspectos del proceso de aprendizaje, las herramientas lo liberan de esa carga y, lo que es más importante, éstas pueden aplicarse en todo el currículo, desde lectura hasta matemáticas, actividades de manipulación y dramatización.



La teoría de Vygotsky: principios de la psicología y la educación



Las premisas básicas de la teoría de Vygotsky pueden resumirse como sigue:
1. Los niños construyen el conocimiento.
2. El desarrollo no puede considerarse aparte del contexto social.
3. El aprendizaje puede dirigir el desarrollo.
4. El lenguaje desempeña un papel central en el desarrollo mental.


                       La construcción del conocimiento

Al igual que Piaget, Vygotsky creía que los niños construyen su propio entendimiento, que no simplemente reproducen pasivamente lo que se les presenta. Sin embargo, para Piaget la construcción cognitiva ocurre sobre todo en la interacción con los objetos físicos (Ginsberg y Opper, 1988); la gente tiene tan sólo un papel indirecto, por ejemplo, al crear el ambiente o alguna disonancia cognitiva. Para Vygotsky, en cambio, la construcción cognitiva está mediada socialmente, está siempre influida por la interacción social presente y pasada.

Vygotsky creía que tanto la manipulación física como la interacción social son necesarias para el desarrollo del niño. Debido al énfasis que pone en la construcción del conocimiento, Vygotsky subraya la importancia de identificar lo que el niño entiende realmente. En la interacción sensible y adecuada con el niño, el maestro puede distinguir cuál es exactamente su concepto. En la tradición vygotskiana es común considerar el aprendizaje como la apropiación del conocimiento, con lo que se subraya el papel activo del alumno en este proceso.


                       La importancia del contexto social

Para Vygotsky, el contexto social influye en el aprendizaje más que las actitudes y las creencias; tiene una profunda influencia en cómo se piensa y en lo que se piensa. El contexto social forma parte del proceso de desarrollo y, en tanto tal, moldea los procesos cognitivos.

El contexto social debe ser considerado en diversos niveles:
1. El nivel interactivo inmediato, constituido por el(los) individuo(s) con quien(es) el niño interactúa en ese momento.
2. El nivel estructural, constituido por las estructuras sociales que influyen en el niño tales como la familia y la escuela.
3. El nivel cultural o social general, constituido por elementos de la sociedad en general, como el lenguaje, el sistema numérico y el uso de la tecnología.

Las estructuras sociales también influyen en los procesos cognitivos del niño. Investigadores
rusos han descubierto que los niños criados en orfanatos no tienen el nivel de habilidades de planeación y autorregulación que los niños criados en una familia (Sloutsky, 1991). Investigadores estadounidenses han descubierto, a su vez, que la escuela, una de las muchas estructuras sociales al margen de la familia, influye directamente en los procesos cognitivos considerados como indicadores del coeficiente intelectual (Ceci, 1991).



        Características de la cognición: contenido y procesos.


La idea de que la cultura influye en la cognición es crucial porque el mundo social íntegro del niño moldea no sólo lo que sabe sino su forma de pensar. El tipo de lógica y los métodos utilizados para solucionar los problemas están influidos por nuestra experiencia cultural.

Cuando los seres humanos comenzaron a utilizar el lenguaje y a desarrollar herramientas, la evolución cultural se convirtió en el mecanismo que le dio forma al desarrollo ulterior. El conocimiento y las habilidades se transmiten de generación en generación mediante la cultura; cada
una le añade cosas nuevas, de modo que la experiencia acumulada y la información de la cultura se transmiten a la siguiente generación.

Así, la cultura de nuestros antepasados influye no solamente en el conocimiento sino en los procesos de pensamiento. Vygotsky creía que la mente del individuo está formada también por la historia individual. Aunque existen aspectos comunes a los procesos mentales, la mente de un niño es resultado de su interacción con los demás en un contexto social determinado.



                       El desarrollo de los procesos mentales.

Los procesos mentales no suceden solamente en el interior de un individuo; también pueden ocurrir en los intercambios entre varias personas. Los niños aprenden o adquieren un proceso mental compartiéndolo o utilizándolo al interactuar con los demás; solamente después de este periodo de experiencia compartida puede el niño hacerlo suyo y usarlo de manera independiente.

Para Vygotsky, todos los procesos mentales suceden primero en un espacio compartido y de ahí pasan al plano individual. El contexto social es, en realidad, parte del proceso de desarrollo y aprendizaje. La actividad compartida es el medio que le facilita al niño la interiorización de los procesos mentales. Vygotsky no niega el papel de la maduración en el desarrollo cognitivo, pero pone el acento en la importancia de la experiencia compartida.



                     Relación entre aprendizaje y desarrollo


El aprendizaje y el desarrollo son procesos distintos, relacionados de manera compleja. A diferencia de los conductistas, que creen que aprendizaje y desarrollo son la misma cosa, Vygotsky sostenía que existen cambios cualitativos en el pensamiento de los que no se puede uno dar cuenta por la mera acumulación de datos o habilidades.

La maduración influye en que el niño pueda hacer ciertas cosas o no; por ejemplo, los niños no podrían aprender a pensar lógicamente sin dominar el lenguaje. Sin embargo, los teóricos que consideran la maduración como el principal proceso del desarrollo creen que debe haber un determinado nivel de desarrollo antes de que el niño pueda aprender información nueva.

Según Vygotsky, no sólo el desarrollo puede afectar el aprendizaje; también el aprendizaje puede afectar el desarrollo. La compleja relación entre aprendizaje y desarrollo no es lineal.




                     El papel del lenguaje en el desarrollo


Se tiende a pensar que el lenguaje afecta, sobre todo, el contenido del conocimiento de las personas; sin embargo, lo que pensamos y lo que sabemos está influido por los símbolos y los conceptos que conocemos. Vygotsky creía que el lenguaje desempeña un papel aún más importante en la cognición. El lenguaje es un verdadero mecanismo para pensar, una herramienta mental; el lenguaje hace al pensamiento más abstracto, flexible e independiente de los estímulos inmediatos.

El lenguaje  es una de las formas mediante las cuales intercambiamos información; de aquí que el lenguaje desempeñe dos papeles: es instrumental en el desarrollo de la cognición, pero también forma parte del proceso cognitivo. El lenguaje facilita las experiencias compartidas, necesarias para construir los procesos cognitivos.






                                                                     CAPITULO 2


LA ADQUISICIÓN DE LAS HERRAMIENTAS DE LA MENTE Y FUNCIONES MENTALES SUPERIORES




                             El propósito de las herramientas


Vygotsky creía que la diferencia entre los seres humanos y los animales inferiores es que los primeros poseen herramientas. Los seres humanos usan herramientas, crean nuevas herramientas y enseñan a otros a usarlas. Estas herramientas amplían las habilidades humanas pues permiten que las personas hagan cosas que no podrían hacer de otro modo.



                    La ampliación de las capacidades mentales


Las herramientas de la mente amplían la capacidad mental para permitir a los seres humanos adaptarse a su medio ambiente; tienen, pues, una función similar a las herramientas mecánicas. Al igual que las mecánicas, las herramientas de la mente pueden ser usadas, inventadas y enseñadas.
A diferencia de las herramientas mecánicas, las herramientas de la mente tienen dos formas: en las etapas tempranas del desarrollo (filogénico y ontogénico), su manifestación es exterior, concreta, física; en etapas más avanzadas, se interiorizan, pues existen en la mente sin ningún soporte exterior. Una manifestación externa de una herramienta mental es, por ejemplo, el uso de un hilo atado al dedo para recordar que hay que comprar manzanas en el mercado. La herramienta mental interiorizada

consistiría en asociar las manzanas con el mercado.


                    

                         La dirección de la propia conducta



Las herramientas de la mente capacitan a los seres humanos para planear anticipadamente, dar soluciones complejas a los problemas y trabajar con los demás para conseguir una meta común. Los seres humanos utilizan herramientas de la mente para lograr un mayor control de problemas semejantes: pueden dejar una pila de piedras como señal, hacer una marca en un árbol o componer una canción a partir de los puntos de referencia del camino.

Las herramientas de la mente ayudan a los niños a dirigir su conducta física, cognitiva y emocional. Con ellas, los niños pueden hacer que su cuerpo reaccione con un patrón específico, por ejemplo, hacia la música o una orden verbal.





                            La conquista de independencia



Vygotsky creía que una vez que los niños han adquirido herramientas de la mente, las utilizan de manera independiente. Los niños comienzan por compartir con otros el uso de la herramienta; en esta primera etapa el proceso es interpersonal. En el marco teórico de Vygotsky, las palabras compartido, distribuido e interpersonal aluden a la idea de que los procesos mentales suceden entre dos o más personas. Conforme los niños incorporan la herramienta a su propio proceso de pensamiento, ésta se modifica y se hace intrapersonal o individual.




                Cómo alcanzar el nivel superior de desarrollo


El nivel superior de desarrollo se asocia con la habilidad de ejecutar y autorregular operaciones cognitivas complejas; los niños no pueden alcanzarlo con la sola maduración o con la mera acumulación de experiencias en relación con los objetos. La aparición de este nivel superior de desarrollo cognitivo depende de la apropiación de herramientas en la instrucción formal e informal.



                         El lenguaje: la herramienta universal


El lenguaje es una herramienta universal pues todas las culturas la han desarrollado. Es una herramienta cultural porque los integrantes de una cultura la crean y la comparten. Es también una herramienta mental porque todos y cada uno de ellos lo usa para pensar. El lenguaje es una herramienta mental primaria porque facilita la adquisición de otras herramientas y se utiliza en muchas funciones mentales.




                 El concepto de funciones mentales superiores

                              Las funciones mentales superiores e inferiores o naturales


Para Vygotsky, los procesos mentales pueden dividirse en funciones mentales inferiores y superiores. Las funciones mentales inferiores, que tienen en común los animales superiores y los seres humanos, dependen ante todo de la maduración; ejemplos de estas funciones son algunos procesos cognitivos como la sensación, la atención reactiva, la memoria espontánea y la inteligencia sensomotora. La sensación se refiere al uso de cualquiera de los cinco sentidos en el procesamiento mental.

 La atención reactiva se refiere a la atención dominada por fuertes estímulos ambientales,
por ejemplo, cuando un perro pone súbitamente atención al sonido de un vehículo que se acerca. La memoria espontánea o memoria asociativa es la facultad de recordar después de que dos estímulos se han presentado juntos durante muchas veces, como cuando se asocia la tonada de un comercial con el logotipo de una compañía.

Según la teoría de Vygotsky, la inteligencia sensomotora se refiere a la solución de problemas en situaciones que implican la manipulación física o motora, y pruebas de ensayo y error. Las funciones mentales superiores, exclusivas de los seres humanos, son procesos cognitivos adquiridos en el aprendizaje y la enseñanza. Las funciones mentales superiores son conductas deliberadas, mediadas e interiorizadas.

Las funciones mentales superiores incluyen la percepción mediada, la atención dirigida, la memoria deliberada y el pensamiento lógico. La atención dirigida es la habilidad de concentrarse en un estímulo cualquiera, que puede ser excepcionalmente relevante o impresionante.

La memoria deliberada se refiere al uso de estrategias para recordar algo. El pensamiento lógico implica la habilidad de resolver problemas utilizando mentalmente la lógica y otras estrategias. Todas estas funciones mentales superiores se construyen a partir de funciones mentales inferiores, de una manera determinada culturalmente.








              Características de las funciones mentales superiores


Las funciones mentales superiores son deliberadas, puesto que la persona las controla y su uso se basa en el pensamiento y la elección; es decir, se usan a propósito. La conducta puede dirigirse o restringirse a aspectos específicos del medio ambiente, tales como las ideas, las percepciones y las imágenes, pasando por alto otros estímulos.





Una conducta puede estar interiorizada en la mente de una persona y no ser observable. La interiorización ocurre cuando la conducta externa “se introduce en la mente” con la misma estructura, enfoque y función que su manifestación exterior (Vygotsky y Luria, 1930/1993): sumar números con los dedos es una conducta exterior; sumarlos mentalmente es básicamente la misma conducta, pero interior. En los niños pequeños, la mayor parte de las conductas son externas y visibles. Cuando comienza el proceso de interiorización, podemos ver en sus acciones manifiestas las raíces de funciones mentales superiores, tales como el intento de dirigir la memoria tarareando o cantando repetidamente algo para sus adentros. Los niños mayores, que poseen una memoria deliberada, pueden no mostrar ninguna estrategia manifiesta.




             Desarrollo de las funciones mentales superiores

Para Vygotsky, las funciones mentales superiores se desarrollan de una manera particular:
1. Dependen de funciones mentales inferiores.
2. Están determinadas por el contexto cultural.
3. Su desarrollo va de una función compartida a una individual.
4. Implican la interiorización de una herramienta






      La construcción a partir de las funciones mentales inferiores


Las funciones mentales superiores se construyen a partir de las inferiores que se han desarrollado hasta un determinado nivel. Cuando las funciones mentales superiores se desarrollan, las inferiores sufren una reorganización fundamental. De ahí en adelante, los niños utilizan las funciones mentales
superiores con mayor frecuencia, y utilizan cada vez menos las inferiores, hasta que éstas desaparecen por completo; por ejemplo, conforme los niños adquieren el lenguaje, comienzan a recordar mediante palabras más que con imágenes o sensaciones. En la edad adulta, casi todo lo que recordamos está codificado en palabras.






                          La influencia del contexto cultural


La cultura afecta tanto la esencia de las funciones mentales superiores como la forma
en que éstas se adquieren; el ejemplo clásico son los estudios de clasificación de
Luria de la década de los treinta. Él descubrió que el sistema de clasificación utilizado
por personas sin escolaridad formal es muy diferente de quienes la tienen.

Las primeras usan sistemas de clasificación basados en la experiencia, es decir, que dependen de, por ejemplo, dónde han visto los objetos; si se les pregunta qué objeto no pertenece al grupo —manzanas, melones, peras, plato— probablemente contesten que todos esos objetos van juntos. La gente con escolaridad formal desarrolla formas más abstractas de clasificar, como frutas y no frutas, y probablemente excluirían del grupo al plato. Los hallazgos de Luria fueron confirmados
recientemente en diversos estudios transculturales (Ceci, 1991).

La adquisición de funciones mentales superiores también depende del contexto cultural. El pensamiento abstracto, por ejemplo, el uso de los números, se aprende según los antecedentes culturales. En las tres culturas los niños aprenden las mismas habilidades mentales aunque de forma distinta. Los individuos pueden tener las mismas funciones mentales superiores, pero la trayectoria de su desarrollo puede ser diferente.




El paso de las funciones compartidas a las individuales


Las funciones mentales superiores aparecen en las actividades compartidas entre dos personas. Para adquirir funciones mentales superiores, el niño debe haber aprendido las herramientas de la mente básicas de su cultura. Las herramientas de la mente son las que utilizan los niños para modificar las funciones mentales inferiores y reestructurarlas en funciones mentales superiores.





Diferencias individuales en el desarrollo de las funciones mentales

                                                     Las funciones mentales inferiores

Vygotsky consideraba que las funciones mentales inferiores son ajenas a la cultura o independientes del contexto cultural. Le parecía que son parte de nuestra herencia biológica. Las funciones mentales inferiores dependen ante todo de la maduración y el crecimiento, no de un tipo de instrucción en particular; sin embargo, no toda la gente alcanza el mismo nivel en sus funciones mentales inferiores.

La estimulación sensomotora y la oportunidad de manipular objetos y explorar el ambiente también afectan las funciones mentales inferiores.



                           Las funciones mentales superiores


Las diferencias individuales en las funciones mentales superiores pueden deberse a la influencia de los factores descritos arriba, pero también pueden contribuir otros factores; uno de ellos es la calidad del ambiente lingüístico.

Otro factor es el contexto social. Algunos contextos sociales son más favorables para el desarrollo de las funciones mentales superiores. Vygotsky insistía en que la escolaridad formal es uno de los contextos sociales más benéficos; algunos aspectos de las funciones mentales superiores sólo pueden aprenderse en la escuela.








                                                                    CAPITULO 3

                   VYGOTSKY Y OTRAS TEORÍAS DEL DESARROLLO DE LOS NIÑOS





                        La teoría constructivista de Piaget


                                                                 Semejanzas


Tanto la teoría de Piaget como la de Vygotsky son reconocidas por su profunda comprensión de los procesos de pensamiento. Piaget ubica el pensamiento en el centro del desarrollo del niño (Beilin, 1994).
Tanto Piaget como Vygotsky creían que los niños tienen un papel activo en la adquisición del conocimiento. Esta creencia los diferencia de los defensores del conductismo, para quienes el aprendizaje está determinado sobre todo por variables externas (ambientales). Vygotsky y Piaget no ven al niño como un participante pasivo, como un recipiente en espera de recibir conocimiento sino que destacan los esfuerzos intelectuales activos de los niños para aprender.

Ambas teorías describen la construcción del conocimiento en la mente. Piaget creía que el pensamiento de los niños pequeños es distinto al de los adultos y que el conocimiento adquirido por los niños no es sólo una copia incompleta del conocimiento de los adultos. Vygotsky y Piaget coincidían en que los niños construyen su propio entendimiento y en que con la edad y la experiencia este entendimiento se reestructura.

Finalmente, los elementos del pensamiento maduro son similares en ambos teóricos: Piaget clasificó el pensamiento operacional formal como abstracto, lógico, reflexivo e hipotético-deductivo; las funciones mentales superiores de Vygotsky incluyen la lógica, el pensamiento abstracto y la autorreflexión.



                                                                Diferencias


Para Piaget, la naturaleza del desarrollo intelectual es universal e independiente del contexto cultural del niño; de aquí que todos los niños alcancen la etapa de las operaciones formales alrededor de los 14 años de edad. Para Vygotsky, el contexto cultural determina el tipo de procesos cognitivos.

Mientras Piaget pone el acento en el papel de la interacción del niño con objetos físicos en el desarrollo de formas maduras de pensamiento (Beilin, 1994), Vygotsky lo puso en la interacción del niño con la gente. Para Piaget la gente tiene una importancia secundaria, en cambio, los objetos y las acciones del niño sobre los objetos son fundamentales.

Para Vygotsky, las acciones de un niño sobre los objetos son benéficas para el desarrollo siempre y cuando sucedan en un contexto social y estén mediadas por la comunicación con los demás. Para Piaget, sin embargo, el lenguaje es más un subproducto del desarrollo intelectual de una de sus raices. El lenguaje puede aumentar el "poder del pensamiento en rango y rapidez".

Para Vygotsky, el lenguaje desempeña un papel relevante en el desarrollo cognitivo y constituye el núcleo de las funciones mentales del niño. Para Piaget, el niño es un “descubridor independiente” que aprende del mundo por sí solo. Vygotsky niega que haya descubrimientos totalmente independientes; no entre los niños que crecen en sociedad.

Piaget creía que solamente los descubrimientos que los niños hacen con plena independencia reflejan su estado intelectual; para él, la forma en que los niños adquieren o aplican el conocimiento que reciben de los adultos no es relevante para determinar su nivel de desarrollo. Vygotsky, en cambio, creía que la apropiación del conocimiento cultural tiene un papel clave en el desarrollo cognitivo, de modo que su conducta en una situación compartida es tan valiosa para determinar su estatus intelectual como su conducta independiente.

Piaget y Vygotsky no consideraban la trascendencia del aprendizaje en el desarrollo de la misma forma. Para Piaget, el estado del desarrollo del niño en un momento dado determina su habilidad para aprender y no puede ser modificado por el aprendizaje; de ahí que toda la enseñanza debería ajustarse a las habilidades cognitivas reales de los niños. Para Vygotsky, la relación entre el desarrollo y el aprendizaje es más compleja; a cierta edad, un determinado conocimiento o contenido puede dar
lugar a que un paso en el aprendizaje se traduzca en dos pasos en el desarrollo.





                                Las teorías conductistas

                                                                   Semejanzas


Al igual que los conductistas, Vygotsky prefería el uso de métodos objetivos en la psicología y criticaba el uso de la introspección como método experimental. Su enfoque no es puramente especulativo; se funda en observaciones, mediciones y experimentos.

 Al igual que los conductistas, creía que los seres humanos y los animales son parte de un mismo continuum evolutivo, esto es, que no son formas enteramente distintas. Otro punto en común de los conductistas y Vygotsky es su interés en el aprendizaje; ambas corrientes enfocan el proceso de aprendizaje, aunque lo abordan desde puntos de partida diferentes.
 


                                                                   Diferencias


El mayor desacuerdo entre Vygotsky y los conductistas es la consideración sobre la naturaleza de los stimuli que disparan una conducta determinada tanto en los animales como en los seres humanos. Los conductistas afirman que la relación entre stimuli y conducta es la misma en todos los organismos. Para Vygotsky, la diferencia fundamental entre los seres humanos y los animales radica en que los primeros son capaces de responder a los stimuli que generan para sí mismos. Al responder a estos stimuli específicamente creados, a estas “herramientas”, los seres humanos adquieren control sobre su propia conducta.



La visión de Vygotsky y la de los conductistas también difieren acerca de la relación entre aprendizaje y desarrollo. Los conductistas no distinguen estos dos procesos y no abordan, por lo tanto, el desarrollo como un concepto separado. A partir de este hecho Vygotsky concluyó que los conductistas creen que aprendizaje es desarrollo. Los conductistas sostienen, efectivamente, que el niño en desarrollo es siempre el mismo, aunque se hace más entendido y hábil como resultado del aprendizaje.






Vygotsky sostiene que hay cambios cualitativos que no se explican mediante el aumento del bagaje. Según Vygotsky, el aprendizaje puede reorganizar y modificar cualitativamente la estructura del pensamiento; por ejemplo, cuando los niños adquieren el lenguaje, comienzan a pensar con palabras, y así modifican tanto su pensamiento sensomotor como su habilidad para resolver problemas.

Por último, Vygotsky y los conductistas difieren en la visión de la construcción del conocimiento. Para los conductistas el niño es relativamente pasivo y el conocimiento es producto de asociaciones fortalecidas mediante su refuerzo. Vygotsky sostenía que los niños construyen conocimiento y que son activos en su adquisición; los niños actúan con base en estas estructuras mentales y entendimientos. Para los conductistas, el medio ambiente (tanto los objetos físicos como las personas) controla los pensamientos y las acciones del niño.




             
               La teoría del procesamiento de la información

                                                                        Semejanza


Tanto el enfoque de Vygotsky como la teoría del procesamiento de la información subrayan la importancia de la metacognición en el pensamiento maduro y en la solución de problemas. En ambas teorías, la metacognición incluye los conceptos de autorregulación, autorreflexión, evaluación y monitoreo. Por otra parte, los teóricos del procesamiento de la información y Vygotsky convienen en que el niño debe hacer un esfuerzo mental para aprender y que nada es pasivo en este proceso. Están de acuerdo con que el nuevo aprendizaje no simplemente se agrega a las estructuras existentes sino que modifica el conocimiento anterior.

Por último, tanto los teóricos del procesamiento de la información como Vygotsky ponen el acento en los procesos cognitivos y en la semántica, es decir, en el significado de las palabras. Ambas teorías sitúan la atención, la memoria y la metacognición en el centro del proceso de aprendizaje.



                                                                  Diferencias


La teoría del procesamiento de la información no es, en realidad, una teoría del desarrollo; describe el procesamiento en diferentes edades, pero no explica por qué los niños lo hacen mejor conforme crecen. Por otra parte, a Vygotsky le interesaba sobre todo cómo se desarrollan estos procesos y cómo se enseñan a los niños.

Puesto que la teoría del procesamiento de la información considera la computadora como análoga a la mente humana, no toma en cuenta el contexto social y la manera en que éste moldea los procesos de pensamiento. La cultura influye en el ingreso de datos —conocimiento y hechos—, pero no en el método para procesar la información. Para Vygotsky la cultura influye tanto en el contenido del pensamiento como en la forma en que los seres humanos procesan la información; afecta la naturaleza de la atención, la memoria y la metacognición.

Por último, los teóricos del procesamiento de la información no consideran los aspectos
emocional y motivacional del aprendizaje.







                                                                SECCION II


                    ESTRATEGIAS PARA EL DESARROLLO Y EL APRENDIZAJE





                                                             CAPITULO 4


                                 LA ZONA DEL DESARROLLO PRÓXIMO



            Definición de la zona de desarrollo próximo



La zona de desarrollo próximo, o ZDP, uno de los conceptos más conocidos de Vygotsky, es una manera de concebir la relación entre aprendizaje y desarrollo. Vygotsky escogió la palabra zona porque concebía el desarrollo no como un punto en una escala sino como un continuum de conductas o de grados de maduración.



            Desempeño independiente y desempeño asistido


Para Vygotsky, el desarrollo de una conducta ocurre en dos niveles que delimitan la ZDP. El nivel bajo es el desempeño independiente del niño, lo que sabe y puede hacer solo. El nivel superior es lo máximo que un niño puede lograr con ayuda y se denomina desempeño asistido.


Las habilidades y conductas representadas en la ZDP son dinámicas y están en constante cambio: lo que el niño hace hoy con cierta asistencia es lo que hará mañana con plena independencia; lo que hoy exige un máximo de apoyo y asistencia, mañana necesitará un mínimo de ayuda; así, el nivel del desempeño asistido va cambiando conforme el niño se desarrolla. Si interviene la sugerencia de un adulto, por ejemplo, si el maestro le recuerda que “la n tiene una joroba”, entonces decimos que el niño no se ha desarrollado o que todavía no maneja la información


 La interacción también puede adoptar la forma de ayuda indirecta, como cuando se condiciona el medio para facilitar la práctica de determinadas habilidades. Por ejemplo, un maestro puede utilizar bandejas etiquetadas para propiciar la clasificación. El desempeño asistido también incluye platicar e interactuar con otras personas, presentes o imaginarias; así sucede cuando un menor le explica algo a un compañero. El nivel de desempeño asistido incluye, pues, cualquier situación en donde mejoren las actividades mentales como resultado de la interacción social.


La zona de desarrollo próximo no es la misma para todos los niños pues algunos necesitan toda la asistencia posible para alcanzar incluso pequeños logros en el aprendizaje, mientras que otros dan saltos enormes con mucha menos asistencia. Al mismo tiempo, el alcance de la zona de desarrollo próximo de un niño puede variar de un área a otra o en distintos momentos del proceso de aprendizaje.



                  Uso de la ZDP para estudiar el desarrollo


El enfoque de Vygotsky se dirige al niño “que será”, al “niño futuro”, más que al “niño tal como es”. Como lo expresó Leont’ev después de la muerte de Vygotsky, “los investigadores

 buscan descubrir cómo llegó el niño a ser lo que es.

Una de las innovaciones del enfoque de Vygotsky es el método de investigación de la doble estimulación, mejor conocido en la psicología occidental como microgenético (Valsiner, 1989). De acuerdo con este método, el investigador estudia al niño conforme van surgiendo nuevos conceptos o habilidades. El investigador diseña las pistas, las señales y demás recursos que revelen no solamente lo que el niño aprende sino cómo aprende.

Vygotsky insistía en que para determinar el nivel de desarrollo mental del niño se considere la totalidad de la ZDP, porque ésta revela: a) las habilidades que están a punto de surgir y b) los límites del desarrollo del niño en ese momento. El comportamiento del niño en el desempeño asistido revela las conductas que están por aparecer.

Cuando una habilidad está fuera de la ZDP, los niños generalmente la pasan por alto, no logran usarla o la usan incorrectamente. Al observar las reacciones de los niños, los maestros sabrán si la asistencia provista cae dentro de la ZDP.




                Implicaciones para la enseñanza-aprendizaje


La zona de desarrollo próximo tiene tres implicaciones importantes para la enseñanza- aprendizaje:

1. Cómo ayudar al niño a cumplir una tarea
2. Cómo evaluar a los niños
3. Cómo determinar lo más adecuado para el desarrollo



                              La asistencia al desempeño


Estas interacciones experto-novato pueden ser informales, como cuando los niños interactúan con sus padres o hermanos (Rogoff, 1990). La concepción de Vygotsky de la ZDP, sin embargo, es mucho más amplia que la interacción experto-novato; se extiende a todas las actividades compartidas socialmente. Asimismo, no toda la asistencia que el niño recibe por parte de un adulto es deliberada.
Vygotsky cree que el niño puede comenzar a actuar en un nivel superior de la ZDP por medio de cualquier tipo de interacción social.

 La habilidad de concentrarse durante unos minutos está dentro de su ZDP, pero podemos ver que necesita un tipo de asistencia particular, la del juego y los compañeros.




            La evaluación de las habilidades de los niños


La idea de la ZDP tiene implicaciones directas en la evaluación de lo que los niños saben y pueden hacer. En vez de limitar la evaluación a lo que pueden hacer con independencia, deberíamos incluir lo que pueden hacer con diferentes niveles de asistencia.

Los maestros deben detectar cómo usan los niños su ayuda y qué pistas les son más útiles. Esta técnica, llamada con frecuencia “evaluación dinámica”, tiene gran potencial para mejorar y expandir la auténtica evaluación en el aula (Cronbach, 1990; McAfee y Leong, 1994; Spector, 1992). Al utilizar la ZDP en la evaluación no solamente obtenemos una noción más exacta de las habilidades del niño sino que disponemos de una forma más flexible para evaluarlos.




         Definición de las prácticas apropiadas para el desarrollo


En la actualidad, lo que es apropiado para el desarrollo se define por los logros independientes del niño, por sus habilidades y procesos plenamente desarrollados (Bredecamp, 1992), no se incluye el nivel de desempeño asistido ni las habilidades y procesos que comienzan a aparecer, de modo que los profesores probablemente deban esperar a que la conducta deseada aparezca espontáneamente, antes
de proponer actividades que la propicien, con lo que los niños solamente tienen oportunidad de aprender en lo que Vygotsky denominó el nivel bajo de su ZDP. El concepto de ZDP hace extensiva la idea de lo que es adecuado para el desarrollo y así se pueda incluir lo que el niño es capaz de aprender con asistencia.

Los maestros deben proponer actividades que vayan un poco más allá de lo que el niño puede hacer por su cuenta, pero dentro de lo que puede hacer con asistencia, de modo que en todo momento el diálogo enseñanza-aprendizaje vaya ligeramente por delante del estatus del niño.

Vygotsky insiste en que el niño debe practicar lo que puede hacer con independencia y, al mismo tiempo, debe ser expuesto a niveles superiores de su ZDP pues ambos son apropiados para el desarrollo.





                         El uso de la ZDP en la enseñanza


                                                               La amplificación


Zaporozhets (1986) acuñó el término amplificación para describir cómo usar al máximo la totalidad de la ZDP del niño en un momento dado. Acelerar, sostiene Zporozhets, no conduce a un óptimo desarrollo porque enseña habilidades para las que el niño no está preparado porque están muy lejos de su ZDP.

La amplificación, por otra parte, se construye sobre las fortalezas e incrementa el desarrollo, pero no rebasa la ZDP. La amplificación propicia las conductas que están a punto de aparecer, utilizando las herramientas y el desempeño asistido ubicados dentro de la ZDP del niño.



                                         El andamiaje

Wood, Bruner y Ross (1976) proponen que el experto proporcione andamios dentro de la ZDP para capacitar al novato para actuar en un nivel superior. Con el andamiaje la tarea en sí no cambia, pero lo que el alumno hace al principio se facilita con asistencia.de señalar a los objetos y permitir al niño señalarlos y contarlos él solo, también  comentan que lo que hace el experto al proporcionar andamios puede variar. A veces el adulto puede dirigir la atención hacia un aspecto que el niño olvidó; otras veces puede hacer una demostración de la manera correcta de hacer algo. Para que el andamiaje sea efectivo, sin embargo, el experto debe atraer el interés del niño.

 Los adultos entablan diálogos con el niño como si éste fuera también adulto y lo entendiera todo. Al actuar como si el niño pudiera entender, los padres están respondiendo a la ZDP y no al nivel real de la producción de lenguaje del niño. Esto es lo que Garvey denomina hablar con “el niño futuro” (Garvey, 1986, p. 331). Digamos que un niño señala un tigre en el zoológico y dice: “rrrrr”, a lo que el padre responde diciendo: “sí, ése es un tigre. ¿Ves a sus bebés? Tiene tres bebés”. El padre responde como si el niño hubiera producido la oración “mira el tigre”. Tras repetidas exposiciones a formas de lenguaje más maduras dentro de la ZDP, los niños comienzan a adquirir la gramática. Bruner llamó a este apoyo “el sistema de apoyo para la adquisición del lenguaje”.

 Bruner llamó “principio de entrega” a este traspaso de la responsabilidad mediante el cual el niño,
quien al principio era espectador, se vuelve participante (Bruner, 1983, p. 60); el adulto o experto le cede al niño la responsabilidad de la tarea. En síntesis, la idea del andamiaje aclara que dentro de la ZDP ocurre lo siguiente:

1. La tarea no se hace más fácil, pero la cantidad de asistencia varía.
2. La responsabilidad del desempeño se traspasa o se cede al niño conforme éste aprende.




                  La ZDP como zona de construcción



Michael Cole y sus colegas (Newman, Griffin y Cole 1989), quienes trabajaron con niños de escuelas primarias en California, describen la ZDP como una “zona de construcción”. El maestro conoce la meta de la tarea y visualiza la conducta que se espera del niño; el niño no comprende bien a bien la meta ni sabe cuál va a ser la conducta final. El niño construye una imagen de lo que cree que el maestro quiere que haga; el maestro construye una imagen de lo que el niño entiende, y la compara
con la conducta esperada.

Al utilizar la ZDP, el maestro debe estimular al niño para la acción; debe preguntar, sondear e indagar qué entiende el niño y cómo lo entiende con el fin de descubrir, para su propia comprensión, cuáles son sus procesos mentales. Al evaluar estos procesos conforme enseña, el maestro mide la ZDP.

En síntesis, Cole y sus colegas agregan las siguientes ideas a nuestra comprensión
de la ZDP:


1. Tanto el niño como el maestro se esfuerzan por comprenderse mutuamente dentro de la zona. El niño se esfuerza por comprender al maestro y la tarea. El maestro se esfuerza por comprender el pensamiento del niño.

2. El conocimiento es co-construido por el niño y el adulto dentro de la zona.

3. No importa cuántas veces describamos la meta de la enseñanza, el niño probablemente no la entenderá bien a bien sino hasta que haya aprendido tal concepto, habilidad o estrategia.




                         El desempeño y la competencia.


Otra manera de ver el aprendizaje que se da dentro de ZDP parte de la idea de que los niños que están en el nivel superior pueden ejecutar la tarea, pero no son competentes en ella. A esto se refiere Cazden (1981) cuando dice que “la actuación precede a la capacidad”. Los niños no necesitan tener un conocimiento o una comprensión íntegros de la tarea antes de que se la enseñen. La competencia y la comprensión se adquieren tras ejecutar varias veces la tarea.

Mientras la conducta esté dentro de la ZDP del niño, la falta de una comprensión íntegra no representa un problema. Esa comprensión llegará con el diálogo continuo y la interacción con los demás.




                         La estructuración de situaciones


Rogoff sostiene que el adulto o experto gradúa o estructura las tareas en diferentes niveles o submetas. Estas submetas se abaten o cambian conforme la zona de desarrollo próximo es explorada en la interacción de los participantes. Al elegir los juguetes, el equipo, el material o las herramientas, el experto delimita y estructura la tarea incluso antes de que el alumno aparezca.

 La estructuración ayuda al aprendiz a actuar en el nivel superior de su ZDP. Rogoff subraya la importancia de los cambios que el experto debe hacer para asistir la conducta. Rogoff (1986, 1990) también advierte que los cambios en la estructuración y el apoyo del adulto responden al alumno: no se imponen arbitrariamente con base en el contenido del material o en ideas abstractas acerca de cómo debe enseñarse la información.

En síntesis, la contribución de Rogoff a nuestra comprensión de la ZDP atañe al papel del experto:

1. El experto divide las metas en submetas y maneja consecuentemente las interacciones.
2. El experto responde al punto inicial de desempeño del alumno.


                          

                                Las cuatro etapas de la ZDP


El rasgo distintivo es el concepto de actuación en la ZDP como un proceso circular, más que lineal, de un reiterado ir y venir, que consta de las siguientes etapas:

Etapa 1. El desempeño es asistido por otros más capaces.
Etapa 2. El desempeño es asistido por uno mismo.
Etapa 3. El desempeño se desarrolla, se automatiza y se “fosiliza”.
Etapa 4. La desautomatización del desempeño conduce a un reiterado ir y venir a través de la ZDP. (Tharp y Gallimore, 1988, p. 35.)


La etapa 1 se cumple cuando el alumno asume la responsabilidad de estructurar la tarea. En la etapa 2, el desempeño es asistido por el alumno. Es una etapa de transición porque la conducta no está plenamente interiorizada, desarrollada y automatizada. El niño emite autoinstrucciones y maneja su conducta con palabras autodirigidas. Estas palabras adoptan la función del adulto: dirigen y asisten la conducta.
Una vez que su desempeño se agiliza e integra, y deja de necesitar palabras autodirigidas para iniciar determinada conducta, el niño entra en la etapa 3, en la cual la conducta se automatiza y fosiliza; el niño ya no necesita pensar en los subpasos y puede producir conductas maduras con facilidad, casi sin pensarlo.

En la etapa final, la 4, la desautomatización del desempeño lleva a un reiterado ir y venir a través de la ZDP. Para Tharp y Gallimore, se necesita una etapa más para pronunciar, mejorar, o mantener el nivel del desempeño. Cuando por alguna razón una habilidad recién aprendida se desautomatiza y no puede ejercerse espontáneamente, el niño debe regresar a la asistencia de otros o a la autoasistencia, de modo que los maestros pueden verse en la necesidad de repetir material ya aprendido, incluso
después de haber considerado que los niños habían logrado dominarlo.

Tharp y Gallimore aportan las siguientes ideas para comprender la ZDP:

1. El discurso autodirigido (privado) representa una etapa de transición que facilita el desempeño independiente.

2. Aun cuando el desempeño se haya automatizado, en ciertas condiciones el niño puede regresar al desempeño asistido.






                                                                       CAPITULO 5


  LOGROS EN EL DESARROLLO Y ACTIVIDAD CONDUCTORA: LACTANCIA Y EDAD   TEMPRANA




                                  Logros en el desarrollo


En la teoría de Vygotsky, los logros en el desarrollo se consideran superaciones de la “situación social de desarrollo” específica para cada edad (Vygotsky, 1984). La situación social de desarrollo incluye tanto el contexto social como la manera en que el niño reacciona a este contexto.


La situación social de desarrollo también incluye la manera en que el niño interactúa con el contexto social; conforme las habilidades del niño aumentan, el contexto social se adapta a estas nuevas habilidades y necesidades.

 Las funciones mentales superiores no surgen sino durante la escuela primaria, pero durante el periodo preescolar los niños ya están practicando y aprendiendo a emprender acciones mentales intencionadas, como cuando memorizan una obra de títeres para compartirla con el grupo. Las funciones mentales inferiores se transforman en funciones mentales superiores; de aquí que el concepto logros en el desarrollo no implique la delimitación de rigurosas etapas en donde los niños se concentran exclusivamente en las conductas que aparecen durante un periodo determinado.



                        El concepto de actividad conductora


Leont’ev (1977/1978) utiliza el concepto de actividad conductora para determinar los tipos de interacción del niño y el medio ambiente social que conducen a logros en el desarrollo. La actividad conductora es el único tipo de interacción que:

1. Produce logros mayores en el desarrollo.

2. Funda las bases para otras actividades (interacciones).

3. Induce la creación de nuevos procesos mentales y la reestructuración de los ya establecidos.

Los niños emprenden muchos tipos de actividades, pero sólo la actividad conductora es crucial para el siguiente logro en el desarrollo. Cuando emprenden una actividad conductora, aprenden habilidades que posibilitan la transición a otros tipos de interacción con el medio ambiente.


La actividad conductora es distinta en cada etapa del desarrollo y puede ser distintaen cada cultura. Leont’ev (1977/1978) y Elkonin (1971/1977) mencionan que la actividad conductora está estrechamente relacionada con las herramientas y los tipos de instituciones culturales destinadas a transmitir estas herramientas a los niños —como las escuelas—. Ellos identifican las siguientes actividades conductoras en los niños de las sociedades industrializadas (véase la tabla 5.1).





                              Los niños menores de un año

                                       Actividad conductora: la comunicación emocional



La actividad conductora para los lactantes es la comunicación emocional, es decir, según los seguidores de Vygotsky, un diálogo emocional entre el niño y la persona encargada de su cuidado. Elkonin (1969) y Lisina (Lisina, 1974; Lisina y Galiguzova, 1980) descubrieron que este diálogo emocional se desarrolla a lo largo de la infancia; comienza con intercambios meramente emocionales (por ejemplo, sonreírse mutuamente y balbucear) y se convierte en diálogos emocionales en torno a los objetos (por ejemplo, sonreír tras agitar la sonaja).

Leont’ev (1977/1978) supone que el diálogo emocional proporciona motivación para las formas posteriores de actividad compartida. Durante esta etapa de la infancia, el lenguaje es una herramienta que se usa exclusivamente para reforzar la comunicación emocional (Vygotsky, 1934/1962); el niño
habla y se le habla como un medio de comunicación emocional, pues el vínculo entre pensamiento y discurso aún no se ha establecido.



                                Logros en el desarrollo


La comunicación emocional es el contexto en donde ocurren los logros del desarrollo
en este periodo de crecimiento.

El apego. Aunque los seguidores de Vygotsky no utilizan el término apego, su concepto de la relación emocional fundamental es muy similar a las definiciones occidentales de apego (Bowlby, 1969; Bretherton, 1992). El apego es una relación emocional de dos vías que implica la participación activa tanto del niño como de quien lo cuida y es el antecedente de las futuras relaciones del niño.

La falta de apego también priva al niño de las interacciones cognitivas necesarias para la vida mental: puesto que el contenido real de las interacciones determina la calidad de las experiencias compartidas, el niño se ve privado de importantes experiencias cognitivas cuando no hay apego.



               Acciones sensomotoras orientadas a los objetos.

La comunicación emocional también afecta el desarrollo de la manipulación sensomotora de los objetos. Piaget creía que la manipulación sensomotora se desprende de las acciones corporales
y los movimientos espontáneos del bebé; considera que el bebé descubre las propiedades por accidente en exploraciones aleatorias (Ginsberg y Opper, 1988).



                                   

                                     La edad temprana
               
                Actividad dirigida: la manipulación de objetos.


La actividad conductora de los niños en esta etapa (uno a tres años) es la manipulación de objetos; el niño aprende en la interacción —tocar, mover, golpear, voltear— con los objetos. La manipulación se coordina: en vez de jugar, como los lactantes, con un solo cubo, juega con varios a la vez, los mete en un canasto o los apila.

El lenguaje ya no es una herramienta usada sólo para la comunicación emocional, como sucede con los niños menores de un año; en esta etapa el lenguaje está íntimamente relacionado con la manipulación de los objetos. El lenguaje facilita la manipulación porque permite al niño retener la comprensión de los atributos de los objetos recién descubiertos y las relaciones entre ellos; por ejemplo, la palabra “mete” desencadena toda una serie de asociaciones entre los objetos. Por otro lado, los seguidores de Vygotsky demostraron que la manera en que el niño juega con un objeto
está determinada en parte por el nombre del objeto.

Los niños las usan, pero en esta etapa no piensan mediante palabras. Éstas se asocian con determinadas acciones, pero no forman la base del pensamiento. Vygotsky creía que si bien el niño asocia cuchara con comer, no piensa en usar la palabra cuchara como cuando pensamos se necesita una cuchara para alimentar al bebé.




                                   Logros del desarrollo

La manipulación de objetos conduce a los siguientes logros en el desarrollo: el pensamiento
sensomotor y el concepto de sí mismo.


                             El pensamiento sensomotor. 

Al igual que Piaget (1952), Vygotsky creía que los niños usan el pensamiento sensomotor; es decir, que resuelven problemas usando acciones motoras y percepciones. Pero, a diferencia de Piaget, Vygotsky (1934/1962) sostenía que el pensamiento sensomotor es mediado por otras personas a través de la actividad compartida y el lenguaje, y que no es resultado de la maduración de esquemas
sensomotores.



                     La aparición del concepto de sí mismo


 En la etapa del año a los tres años, los niños se hacen conscientes de que tienen pensamientos y deseos separados de quienes los cuidan, y expresan esta conciencia queriendo hacer las cosas solos, imponiendo su voluntad y actuando con independencia.






                                                                     CAPITULO 6



LOGROS EN EL DESARROLLO Y ACTIVIDAD CONDUCTORA: NIÑOS PREESCOLAR  Y DE PRIMARIA


                                    La etapa preescolar
                                                     Actividad conductora: el juego


Para los seguidores de Vygotsky (Leont’ev, 1977/1978; Elkonin, 1971/1977), el juego es la actividad conductora en la edad preescolar, entre los dos y medio y los cinco años. Vygotsky y otros teóricos de la educación, como Piaget (1945/1951), concuerdan en que el juego propicia en los niños el desarrollo de habilidades mentales y sociales.


El lenguaje se convierte en la herramienta del juego (Vygotsky, 1934/1962) porque permite a los niños pequeños compartir significados reales e imaginarios; mediante el lenguaje los niños juntos pueden hacer de cuenta que un cubo es un vaso de leche, y una galleta, un pedazo de papel. El lenguaje les permite coordinar y negociar los papeles, las reglas y las metas del juego.




                                   Logros en el desarrollo


Los logros en el desarrollo del periodo preescolar y del jardín de niños son la imaginación,
la función simbólica y la integración del pensamiento y las emociones.


La imaginación. La imaginación es una actividad mental que genera más ideas, ideas diferentes. Permite a los niños experimentar con diversos escenarios.


La función simbólica. El segundo logro en el desarrollo de este periodo es la función simbólica (Leont’ev, 1977/1978; Elkonin, 1971/1977). Los niños son capaces de utilizar objetos, acciones, palabras y personas para representar lo que no son.


Los niños también comienzan a usar las palabras como conceptos; éste es otro aspecto de la función simbólica. Vygotsky señala que los primeros conceptos de los niños son diferentes de los de los adultos. Los niños afinan sus complejos iniciales en la interacción con la gente y con objetos
hacia el final del periodo preescolar.



               La integración de las emociones y el pensamiento.

El tercer logro en el desarrollo de este periodo es la integración de las emociones y el pensamiento.


Otras actividades. Existen otras actividades que, sin ser las principales de esta etapa, también propician el desarrollo en la edad preescolar:

• Constructivas (dramatización, relato de cuentos, construcción con cubos, actividades manuales y dibujo).

• Preacadémicas (prelectura y escritura, y actividades prematemáticas).

• Motoras (actividades de músculos largos).



             Actividad conductora: la actividad de aprendizaje


Elkonin (1971/1977) y Davydov (1986/1988) definen la actividad conductora de la etapa de la escuela primaria como una actividad de aprendizaje: la actividad de aprendizaje es una actividad guiada por un adulto en torno a un contenido específico, formalizado, estructurado y culturalmente determinado.

En la actividad de aprendizaje, el contenido no se presenta como una serie de hechos interesantes, sino como una disciplina con estructura lógica y vocabulario propios. Los conceptos científicos se construyen a partir de los conceptos de la vida diaria, adquiridos mediante la experiencia y el pensamiento intuitivo.


                                   Logros en el desarrollo


Al dominar el contenido, los niños alcanzan logros en el desarrollo de este periodo: los principios del razonamiento teórico, la aparición de las funciones mentales superiores y el desarrollo de la motivación intrínseca.



                         Los inicios del razonamiento teórico. 

El concepto razonamiento teórico alude a la forma en que los niños piensan acerca del contenido de la actividad de aprendizaje. Los seguidores de Vygotsky creen que los niños comienzan a adquirir el razonamiento teórico de los seis a los diez años y que este proceso no se completa sino hasta los 18 años o incluso después.






                La aparición de las funciones mentales superiores


El segundo logro en este periodo del desarrollo es la aparición de funciones mentales superiores. Davydov (1986) descubrió que cuando el razonamiento teórico organiza la actividad de aprendizaje también se desarrollan el análisis y la evaluación del pensamiento, la planeación y la memoria deliberada. Gal’perin (1969) descubrió, a su vez, que la atención enfocada también se desarrolla mediante la actividad de aprendizaje.


Dado que distinguen qué propiedades de su acción fueron relevantes para llevar a término una tarea, los niños comienzan a identificar estrategias apropiadas e inapropiadas para solucionar problemas. Por ejemplo, saben que para medir algo la regla debe colocarse de manera precisa y que se debe leer un número específico. Luego descubren que el tamaño de la regla no es relevante; tras muchas interacciones con reglas, comienzan a identificar la estrategia apropiada para medir cosas mayores que una regla.




                                   La motivación intrínseca.

El último logro en el desarrollo de este periodo es la motivación intrínseca. Al adentrarse en la actividad de aprendizaje, los niños se interesan en el aprendizaje. En vez de aprender para complacer a otros, como un subproducto del juego o para conservar determinadas relaciones sociales, el aprendizaje se convierte en un fin en sí mismo.

Para los seguidores de Vygotsky, la falta de motivación intrínseca se debe a la interacción del niño y el contexto social, ya sea que el contexto social no apoye o valore el aprendizaje o que el niño todavía no pueda diferenciar entre aprendizaje y juego. El contexto social debe transmitir una serie de expectativas relevantes para la actividad de aprendizaje.





                     Mejorar la enseñanza-aprendizaje en el aula


La propuesta de Gal’perin (1959/1969), quien llamó a su planteamiento “aprendizaje sin error”, propicia el desarrollo de la actividad de aprendizaje.

                                                                  Los errores naturales



Los seguidores de Vygotsky distinguen diferentes tipos de errores de los cuales sólo algunos requieren intervención, mientras que otros son naturales y hasta benéficos. Los errores cometidos durante un periodo breve se superan enseguida y se consideran parte natural del proceso de aprendizaje. Ejemplos de este tipo de error son la ortografía inventada, el uso de “personas de palitos y bolitas” en el dibujo y la inversión de las letras. Algunos errores refuerzan el proceso de aprendizaje, pues retroalimentan el desempeño del niño: al corregirlos, el niño lo mejora.


Hay errores que no son benéficos pues el niño no los entiende o al parecer no los puede corregir incluso después de recibir asistencia del maestro o apoyo del contexto social. En algunos niños los errores naturales tales como la inversión de letras no desaparecen en un periodo razonable y se convierten, por lo tanto, en un problema. Un ejemplo de ello es el de un niño de tercer grado que todavía invierte la b y la d y las confunde.





                    La automatización de las acciones mentales



Gal’perin supone que antes de que el niño interiorice cualquier concepto, habilidad o estrategia, éstos se mantienen durante cierto periodo con apoyo exterior, lo que puede observarse en las expresiones verbales manifiestas del niño o en la manera de manipular objetos. Este periodo es precisamente cuando el maestro tiene acceso a la habilidad y puede dirigir su desarrollo modificando el apoyo exterior. Una vez que la habilidad se interioriza, se automatiza y encajona, por lo que ya no puede corregirse.




              La prevención y la corrección de los errores repetidos


Gal’perin (1959/1969) diseñó el método aprendizaje sin errores para ayudar a los maestros a prevenir los errores repetidos y ayudar a los niños a corregirlos. Primero les propuso a los maestros que en la planeación de las experiencias de aprendizaje consideren los errores anteriores de los alumnos. Por ejemplo, si se sabe que los niños confunden el color anaranjado y el rojo, al presentarlos hay que aclarar enseguida que son diferentes. Considera que los maestros no deben dejar a los niños el descubrimiento de los elementos esenciales. No cree que el aprendizaje a base de ensayo y error sea
benéfico en el contexto escolar, pues da lugar a la repetición de errores y genera frustración: al no distinguir el error, el niño no consigue adivinar adónde quiere llegar el maestro.




                                                                  SECCION III

    TACTICAS PARA PROPICIAR EL DESARROLLO Y LA ENSEÑANZA- APRENDIZAJE






                                                                CAPITULO 7


                                       TÁCTICAS: EL USO DE MEDIADORES


                         La función de los mediadores


Un mediador es algo que sirve como intermediario entre un estímulo del medio ambiente y la respuesta individual a ese estímulo, según el trabajo de Vygotsky (véase la figura 3.1 del capítulo 3). Un mediador propicia el desarrollo del niño al hacer más fácil una conducta determinada. Según la teoría de Vygotsky, los mediadores se convierten en herramientas de la mente cuando el niño las incorpora a su actividad.

Vygotsky creía que los adultos poseen complejos mediadores abstractos para ayudarse a pensar: palabras, símbolos, modelos gráficos, planes y mapas. Estos mediadores pueden estar a la vista, como una lista de cosas pendientes o pueden ser interiores.



                  Los mediadores exteriores como andamios


Los mediadores manifiestos funcionan como andamios pues ayudan al niño en su transición del desempeño con la máxima asistencia al desempeño independiente. La meta es retirar los mediadores exteriores o dejar de utilizarlos una vez que el niño haya interiorizado su significado. Los mediadores exteriores son un escalón temporal diseñado para conducir al niño hacia la independencia.

El momento apropiado para retirar el mediador no puede determinarse con exactitud; a veces los niños olvidan el mediador exterior y necesitan volver a usarlo durante un breve periodo; en otras ocasiones unos cuantos éxitos bastan para alejar pronto al niño del mediador manifiesto.




                                  Tipos de mediadores


Los mediadores verbales, visuales y físicos pueden afectar el procesamiento de información compleja como la clasificación. Las palabras que denotan las categorías funcionan como mediadores verbales en algunos casos.

A diferencia de los adultos, quienes usan sobre todo mediadores interiores verbales para dirigir los procesos mentales y la conducta, los niños necesitan algo más concreto y tangible.


Conforme acumulan experiencia, los niños comienzan a usar mediadores por cuenta propia. Los primeros intentos de inventar mediadores pueden tener la forma de expresiones tales como: “Sólo puedo leer cuando me siento en el costal azul de frijoles” o “Necesito mi pluma mágica para escribir”.





          La mediación de las conductas sociales y emocionales


Vygotsky señala que los mediadores exteriores se usan con frecuencia para regular las interacciones sociales. Algunos mediadores exteriores se transmiten de generación en generación en los patios de recreo del mundo entero. Sin niños mayores alrededor, es improbable que los niños preescolares aprendan estas cosas, de modo que en algunos casos los maestros tendrán que dar a los niños los mediadores exteriores que de otra manera obtendrían de niños más grandes.
La gente también usa mediadores exteriores para controlar sus emociones: cuentan hasta diez antes de reaccionar como una manera de frenar su enojo o temor.




                     La mediación exterior de la cognición



 En la educación durante la infancia temprana los mediadores son muy útiles para apoyar a los niños dentro de su ZDP, en las áreas de percepción, atención, memoria, pensamiento y autorregulación.


                                         La percepción

Los niños aprenden las categorías perceptivas a través de la mediación exterior, según la observación de Leonid Venger, seguidor de Vygotsky (Venger, 1969/1977, 1986; Zaporozhets, 1959/1977). Los objetos de la vida diaria se convierten en estándares sensoriales que ayudan a los niños a percibir las diferencias de color, tamaño, forma e incluso sonido.



                                          La atención

Los niños utilizan mediadores para poner atención a objetos, sucesos y conductas o para centrarla en ellos. Los seguidores de Vygotsky se interesan en la atención deliberada, es decir, cuando el niño dirige la mente con toda conciencia. Esta función mental superior es diferente de la atención espontánea de los niños ante objetos de colores brillantes, ruido fuerte o acontecimientos llamativos.

Los seguidores de Vygotsky sostienen que los niños pequeños no pueden poner atención deliberadamente sin el apoyo contextual de los mediadores (Leont’ev, 1932/1994). El mediador debe recordar al niño la necesidad de concentrarse y hacer caso omiso de las distracciones de otros niños, de los dibujos que están en la pared o de los juguetes interesantes que pueda haber en el salón.


                                           La memoria


Otra función mental superior que puede asistirse con mediadores es la memoria deliberada. La mayoría de los maestros y los padres dicen que los niños pequeños tienen a veces muy buena memoria. Como sus procesos de memoria tienden a ser reactivos, los niños pequeños pueden recordar fácilmente una canción pegajosa o una ilustración brillante y colorida. La dificultad se presenta cuando pedimos que recuerden algo poco atractivo para ellos. Los psicólogos consideran que los niños pequeños recuerdan de forma reactiva porque carecen tanto de las estrategias para recordar como de las habilidades metacognitivas necesarias para monitorear el proceso de la memoria (Gage y Berliner, 1992).

Según Vygotsky (Vygotsky, 1978, 1983), la memoria selectiva de los niños responde a la falta de control deliberado del proceso de la memoria y no a la ausencia de estrategias específicas para recordar. El problema no consiste en que los niños no puedan recordar nada, sino que no logran retener y recuperar la información correcta en el momento preciso. Cuando se pide que recuerden de una manera deliberada pueden tener dificultades.

Al igual que para la percepción y la atención, los seguidores de Vygotsky recomiendan el uso de mediadores exteriores como andamiaje para el desarrollo de la memoria deliberada. Estos mediadores estimulan el uso de estrategias para la memoria y propician la recuperación de la información; ayudan al niño a iniciar la acción correcta en el momento preciso.

El uso de mediadores exteriores para activar la memoria no es nada nuevo; de hecho, los adultos los usamos todo el tiempo: hacemos listas de cosas pendientes, usamos calendarios y tenemos radiolocalizadores. Muchas técnicas para la administración del tiempo incorporan ingeniosos mediadores exteriores para no distraerse de la tarea o los objetivos.

Los mediadores exteriores son útiles también porque pueden usarse en situaciones en las que el maestro no está presente. Los mediadores recuerdan las cosas al niño antes de que sea demasiado tarde.



                                     El pensamiento


La mediación exterior puede facilitar el desarrollo del pensamiento y el razonamiento. Los mediadores ayudan a los niños a revisar su pensamiento y reflexionar al respecto, además de que propician el desarrollo de habilidades metacognitivas.


Los mediadores como los diagramas de Venn ilustran cómo dos categorías de objetos pueden ser similares y diferentes a la vez. Dos círculos completamente sobrepuestos representan categorías iguales. Dos círculos separados representan categorías que no tienen características en común.




                                 La autorregulación


Una de las metas de la teoría de Vygotsky es desarrollar la autorregulación de los procesos cognitivos, pues los niños deben desarrollar la habilidad de seguir, evaluar y regular sus procesos de pensamiento; esta habilidad comienza a aparecer en primero y segundo grado pero sus cimientos se fundan en la educación preescolar.

Los mediadores exteriores desempeñan un importante papel para ayudar a los niños en el tránsito de la regulación por los adultos a la autorregulación; son los andamios necesarios para la regulación semindependiente. Los niños mayores son capaces de inventar sus propios mediadores y utilizan listas o menús para regular su conducta.




            Lineamientos para el uso de mediadores exteriores



Vygotsky presentó la idea de la mediación exterior en el desarrollo y la ilustró con
ejemplos en entornos informales.


Para ser efectivo, el mediador exterior debe promover la conducta en el momento preciso y tener las siguientes características:


1. El mediador debe tener un significado especial para el niño y debe ser capaz de invocar ese significado. El niño debe poder tocar o ver el mediador y éste debe provocarle determinados pensamientos o conductas. El niño debe poder decir, por ejemplo: “Cuando veo la etiqueta amarilla, debo recordar que debo ir a mi clase de flauta”; “cuando veo el sombrero rojo, debo esperar y no interrumpir a la maestra” o “cuando las persianas están cerradas y las luces bajas, es hora de descansar”. El mediador debe ser significativo para el niño pues no es útil si sólo lo es para el adulto.



2. El mediador debe sujetarse a un objeto que el niño use antes o durante la ejecución de la tarea. Si la meta es que el niño no olvide llevar sus botas a casa, el mediador debe pegarse o colgarse en un lugar que el niño vea justo antes de salir y no en algo que el niño utilice en la mañana al llegar a la escuela.



3. El mediador no debe dejar de llamar la atención del niño. Los mediadores pierden su peculiaridad y dejan de incitar la conducta apropiada si se usan demasiado o durante mucho tiempo; el niño no debe usar todo el día el animal de peluche que significa “no arrebates”.


4. Combine la mediación con el lenguaje y otras pistas para estimular la conducta. Junto con el mediador, use una serie de conductas que puedan convertirse en hábito y palabras que formen un discurso privado para autoayudarse. Por ejemplo, usted podría poner el dibujo de un foco encendido en la puerta del aula al comenzar la mañana como recordatorio de que debe mantenerse la atención
concentrada.


5. Elija un mediador que esté dentro de la ZDP del niño. Para que un mediador funcione, debe estar dentro de la zona de desarrollo próximo del niño y el niño debe utilizarlo para dirigir sus acciones.


6. Utilice el mediador para representar lo que quiere que el niño haga. Cerciórese de que los niños sepan lo que quiere que hagan más que lo que quiere que dejen de hacer. Es más fácil reemplazar una conducta que inhibirla.


Los mediadores aparecen anticipadamente en las actividades, lo que significa que los adultos los proporcionan cuando el niño comienza a aprender. Al principio, los adultos pueden tener que disponer de muy diversos mediadores, puesto que un mismo mediador puede no funcionar igual con todos los niños.



                          El valor de los mediadores



Los mediadores facilitan el procesamiento mental y lo hacen más eficiente para la teoría de Vygotsky; los mediadores son herramientas que habilitan a los niños para que con el tiempo se comprometan en procesos mentales superiores. Los mediadores tienen valor a corto y largo plazo. En el corto plazo, los mediadores son andamios del procesamiento mental.

Los mediadores también tienen consecuencias importantes en el largo plazo porque son un medio de desarrollo y de enseñanza-aprendizaje. Los mediadores proporcionan la asistencia necesaria para el desarrollo de las funciones mentales superiores. Usándolos, los niños adquieren memoria deliberada, atención centrada y autorregulación.







                                                                 CAPITULO 8

                                      TÁCTICAS PARA EL USO DEL LENGUAJE


                   El lenguaje como herramienta cultural



El lenguaje es una herramienta cultural universal que se aplica en muchos contextos para resolver un sinnúmero de problemas. Vygotsky y muchos otros teóricos sostienen que el lenguaje distingue a los seres humanos de los animales al hacerlos más eficientes y efectivos en la solución de problemas.

Como herramienta cultural, el lenguaje es una expresión de las categorías, conceptos y modos de pensar de una cultura. Al igual que algunos antropólogos y psicolingüistas occidentales (Sapir, 1921; Wells, 1981; Whorf, 1956), los seguidores de Vygotsky creen que el lenguaje moldea la mente para que funcione de la manera más eficiente en una cultura determinada.

Puesto que el lenguaje es una herramienta cultural universal, el retraso en su desarrollo tiene consecuencias severas. El retraso en el lenguaje influye en otras áreas del desarrollo: la motora, la social y la cognitiva. Luria (1979) presenta el caso de unos gemelos de cinco años que padecían un severo retraso en el lenguaje porque habían tenido muy poca interacción con otras personas.



                               Las funciones del habla


En el paradigma vygotskiano, el habla tiene dos diferentes funciones (Zivin, 1979). El habla pública es el lenguaje dirigido a los demás, cuya función es social, comunicativa; se expresa en voz alta y se dirige a los demás para comunicarse con ellos. El habla pública puede ser formal, como en una conferencia, o informal, como en una discusión a la hora de la cena. El habla privada es el habla autodirigida, audible pero no dirigida a los demás. Este tipo de habla tiene una función autorregulativa.

El habla pública y el habla privada aparecen en épocas diferentes. En la infancia, el habla tiene sobre todo una función pública y es vital para la adaptación al ambiente social y el aprendizaje. Conforme el niño crece, el habla adquiere una nueva función; no se utiliza únicamente en la comunicación sino también para ayudar al niño a dominar su conducta y adquirir nuevos conocimientos.




                 La trayectoria del desarrollo del lenguaje


Según la teoría de Vygotsky, los orígenes del lenguaje son sociales, incluso desde el comienzo mismo de la infancia. Tanto el lenguaje receptivo como el productivo tienen sus raíces en los intercambios sociales entre el bebé y quien lo cuida. Prácticamente toda vocalización del niño es interpretada como manifestación social, como si el bebé comunicara algo.


La interpretación del lenguaje como manifestación social difiere de la interpretación de Piaget (1923/1926), quien creía que el habla refleja el nivel del procesamiento mental del niño y se basa en los esquemas del niño y en sus representaciones interiores. El uso del habla en las interacciones sociales es posterior a estas representaciones. En sus primeros escritos, Piaget (1923/1926) sostenía que el habla comienza siendo extremadamente egocéntrica e incluso autista, es decir, un reflejo del
egocentrismo general de la mente del niño preescolar.


              La aparición del habla y el pensamiento


Vygotsky creía que hay un momento durante la lactancia y la edad temprana en que el pensamiento se origina sin el lenguaje y que éste se usa únicamente para la comunicación. Otros psicólogos, como Piaget (1923/1926, 1952) y Bruner (1968), parecen coincidir en que los niños atraviesan una etapa en la que el lenguaje no es esencial para el pensamiento ni para la solución de problemas; los niños resuelven problemas con acciones sensomotoras o manipulando imágenes, más que mediante
conceptos o palabras.

Después, entre los dos y los tres años, aparecen el pensamiento y el habla; desde este punto en adelante, ni el habla ni el pensamiento volverán a funcionar igual, según Vygotsky. Con la aparición del pensamiento y el habla, el pensamiento adquiere una base verbal y el habla se hace intelectual porque se usa para pensar; el habla se emplea con otros propósitos además de la comunicación. Tras estudiar el uso del habla de los niños para resolver problemas, Vygotsky y Luria (1984/1994) llegan a esta conclusión:


1. El habla del niño es una parte inalienable e interiormente necesaria de la operación [de la solución de problemas], y su papel es tan importante como el de la acción en la consecución de una meta. La impresión del investigador es que el niño no solamente habla de lo que hace sino que, para él, el habla y la acción son, en este caso, una y la misma compleja función psicológica dirigida a la solución de un problema.


2. Cuanto más compleja es la acción exigida por la situación, y cuanto menos dirigida su solución, mayor es la importancia del lenguaje en la operación como un todo. A veces el lenguaje adquiere tanta importancia que sin él el niño es verdaderamente incapaz de cumplir con la tarea que se le encomienda.




                                        El habla privada


Cuando el habla y el pensamiento se unen, aparece un tipo especial de habla, llamada por Vygotsky habla privada, la cual es audible, pero se dirige a uno mismo y no a los demás. Contiene información y comentarios autorreguladores.

A diferencia del habla pública, que comunica con los demás, suele ser abreviada y condensada. El habla privada parece egocéntrica, como si al niño no le importara ser entendido. Vygotsky señala que este egocentrismo no es una deficiencia del habla sino un indicador de otra función del habla a esta edad. El habla privada no necesita ser completamente explícita, puesto que sólo debe ser inteligible para el niño. El niño tiene un sentido intuitivo de la audiencia interior. Ésta es el habla que Piaget (1923/1926) denominó habla egocéntrica, a la que señaló sobre todo durante los monólogos colectivos en los que varios niños juegan juntos. Para Piaget, el habla egocéntrica refleja el nivel preoperacional de pensamiento, cuando el niño tiene una visión del mundo y no puede adoptar simultáneamente otras perspectivas.

 El habla privada no desaparece con la edad —de acuerdo con Vygotsky y en oposición a lo que afirma Piaget—, sino que se vuelve menos audible, conforme se mueve gradualmente al interior de la mente y se convierte en pensamiento verbal.


El habla pública y la privada se separan gradualmente en dos vertientes distintas en los niños mayores y en los adultos. Según Luria (1969), el habla privada ayuda a los niños a hacer su conducta más deliberada. En una serie de experimentos, Luria descubrió que las instrucciones generales no tienen efecto en la conducta de los niños de tres y tres años y medio; como respuesta a la instrucción “Aprieta el botón dos veces”, los niños lo hacen cualquier cantidad de veces.









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